La leyenda del Mulhacén.
Esta montaña toma su nombre del rey nazarí Muley-Hassem, padre del monarca musulmán Boabdil, que fue el último rey árabe de Granada. Cuenta la leyenda que Muley Hassem se enamoró de una doncella de la sultana Aixa, llamada Isabel de Solís, la convirtió en su favorita y la llamó Zoraya (lucero de la mañana).
Por ello la sultana enfadada provocó un enfrentamiento entre su linaje (los abencerrajes), y el linaje de su marido (los cegríes) que llevó al reino a una guerra civil que lo desoló. El viejo Muley Hassem tuvo que salir al exilio en cuya marcha cayó mortalmente enfermo en el Castillo de Mondújar donde murió. Tras su muerte Zoraya llevó su cuerpo al pico más alto del reino que tomó su nombre a partir de ese momento.