ORPHEU

"Yo no soy yo ni soy el otro, soy algo intermedio”

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Lugar: MADRID,LEÓN,ALGARVE

domingo, octubre 08, 2006

La dama de Anboto

Mari, personificación de la madre tierra, es reina de la naturaleza y de todos los elementos que la componen. Generalmente se presenta con cuerpo y rostro de mujer elegantemente vestida, pudiendo también hacerlo en forma híbrida de árbol y mujer o de mujer con patas de cabra y garras de ave rapaz.


Mari habita en la profundidad de las cavernas, pero su morada favorita es la cueva de Anboto o "Cueva de Mari", situada en la pared Este del Anboto. Se dice en el Durangesado que cada siete años se traslada de Anboto a Oiz, y que el tiempo, bueno o malo, dependerá del lugar donde se halle.

Tiene 2 hijos: Mikelatz y Atagorri, siempre enfrentados, representación paleocristiana del bien y del mal. Muy a menudo se ha relacionado a "La Dama" con históricos personajes de la historia de Bizkaia, creando una simbiosis de mitología e historia, en forma de bellas leyendas.

Una de ellas cuenta como Doña Urraca, hija del rey de Navarra, se desposó con el Señor de Muntxaraz, de Abadiño. De los varios hijos que tuvieron, el mayor, Ibon, destinado a ser heredero, era odiado por la menor de las hermanas, Mariurrika.

Cierto día que se encontraban en Anboto, mientras el hermano dormía tras la comida, movida por el odio y la envidia y ayudada por una criada, arrojó al mayorazgo por las verticales paredes de la montaña, afirmando a su regreso a casa que el joven se había despeñado.

Acosada por su conciencia, cierta noche se presentaron en Muntxaraz los Ximelgorris o genios diabólicos, habiendo desaparecido desde entonces y habitando en las cuevas de Anboto.