MONTE PERDIDO
El Monte Perdido es, por definición, la gran cumbre aragonesa. Se halla enclavado a 3.355 m sobre el nivel del mar.
El macizo de Monte Perdido (3.355 m.) es el mayor macizo montañoso calcáreo de Europa Occidental, con las cimas de las Tres Sorores o Treserols (Monte Perdido 3.355 m, Cilindro 3327 m y Pico de Añisclo -Soum de Ramond 3263 m), desde donde derivan a modo de brazos los valles de Añisclo, Escuaín, Ordesa y Pineta, cincelados por las aguas respectivas de los ríos Bellós, Yaga, Arazas y Cinca.
Leyenda
Dicen que hubo un tiempo en el cual allí, en ese paraje, no había ninguna montaña. Eran amplios prados en los cuales los pastores llevaban a pastar a sus ovejas. Cuenta la leyenda que uno de estos pastores estaba tranquilamente sentado jugando con su navaja a tallar en una rama de boj. En eso un hombre se le acercó. Se trataba de un mendigo, pobremente vestido, descalzo y con rostro demacrado tras tantos días de ayuno. Le habló al pastor:
- Llevo mucho tiempo sin probar bocado. Dadme algo de comer, Dios se lo pagará.
El pastor, duro de corazón, no le hizo ni el menor caso. El mendigo siguió insistiendo, pero el pastor le respondió de malas maneras reprochándole que él también pasaba hambre y frío. El pastor se volvió a concentrar en la talla del boj. Mientras, el mendigo seguía insistiendo en vano.
Cuenta la leyenda que instantes después de negarle auxilio al mendigo, el valle quedó impregnado de niebla. El pastor, amedrentado, se desentendió del mendigo con el fin de recoger el ganado disperso por el prado. Pero, con aquellas nieblas, se hacía completamente imposible. Todos estaban irremediablemente perdidos. Los nubarrones tornaron en una intensa lluvia, como jamás se había producido en los pirineos. Perro, pastor y ganado se perdieron definitivamente y nunca más se supo de ellos.
Los montañeses afirman que justo en donde se perdieron apareció una nueva montaña formada de piedra y hielo. Sin duda la más formidable, impresionante y peligrosa del Pirineo.Fue el castigo a aquel pastor,puesto que él dijo, cuando el pastor le negó caridad, «Te perderás por avaricioso, y allí donde te pierdas, saldrá un gran monte, inmenso, tan grande como tu falta de caridad». Es por ello que Monte Perdido esta compuesto sólo de rocas y hielo, como el corazón del pastor.
Conquista
Louis Ramond de Carbonières (1755-1827) y el Monte Perdido
A finales del siglo XVIII la montaña empezó a despertar el interés del hombre, que hasta el momento la había visto como algo infranqueable o bien se había centrado en las exploraciones marítimas y había dejado en segundo término el interior de los continentes. Ramond de Carbonières llegó a la montaña como secretario del cardenal de Rohan, en 1787, quien tuvo que exiliarse de la corte francesa por un escándalo. Se instalaron en Barèges y enseguida Ramond de Carbonières empezó a explorar y a estudiar las montañas: desde los macizos de la Maladeta y del Vignemale, pasando por las montañas de Luchon y Cauterets, hasta el macizo de Monte Perdido, bautizado así por los franceses "Mont Perdu", dado que desde Francia sólo es visible desde macizos alejados como los de Vignemale o Néouville, porque desde su base, en Gavarnie o Gédre, desaparece su visión. La región de Monte Perdido era misteriosa, además, porque se creía que albergaba un gran lago que daba vida a la cascada que desciende del circo de Gavarnie, en un salto de 400 m. al vacío.
Ramond intentó comprender y estudiar todos los fenómenos de la montaña y al mismo tiempo exploró las alturas. Si embargo, en contra de lo que se creyó en un principio, no fue el primero en ascender a Monte Perdido. Los primeros fueron Rondo y Laurens, el 6 de agosto de 1806, en una excursión teóricamente de reconocimiento a la base del Monte Perdido ordenada por el mismo Ramond de Carbonières, quienes, acompañados de un pastor aragonés que les hizo de guía desde Pineta, a través del collado de Añisclo, y desobedeciendo las instrucciones de Ramond, culminaron la cima. La ascensión de Ramond fue algunos días más tarde.
A pesar de todo, es posible que la cumbre del Monte Perdido ya hubiera sido ascendida por alguna otra persona, como Vicente Zueras - Capitán Cartógrafo del ejército español, en trabajos de delimitación fronteriza -, en 1791; o por algún pastor o vecino de Fanlo o Bielsa.
En el siglo XVIII, Louis Ramond de Carbonières dijo que si el Mont Blanc es la reina de las montañas graníticas de Europa, el Monte Perdido es la más bella de las calizas.
Soum de Ramond -3.259mts.- Desde la cima de Monte Perdido
El macizo de Monte Perdido (3.355 m.) es el mayor macizo montañoso calcáreo de Europa Occidental, con las cimas de las Tres Sorores o Treserols (Monte Perdido 3.355 m, Cilindro 3327 m y Pico de Añisclo -Soum de Ramond 3263 m), desde donde derivan a modo de brazos los valles de Añisclo, Escuaín, Ordesa y Pineta, cincelados por las aguas respectivas de los ríos Bellós, Yaga, Arazas y Cinca.
Leyenda
Dicen que hubo un tiempo en el cual allí, en ese paraje, no había ninguna montaña. Eran amplios prados en los cuales los pastores llevaban a pastar a sus ovejas. Cuenta la leyenda que uno de estos pastores estaba tranquilamente sentado jugando con su navaja a tallar en una rama de boj. En eso un hombre se le acercó. Se trataba de un mendigo, pobremente vestido, descalzo y con rostro demacrado tras tantos días de ayuno. Le habló al pastor:
- Llevo mucho tiempo sin probar bocado. Dadme algo de comer, Dios se lo pagará.
El pastor, duro de corazón, no le hizo ni el menor caso. El mendigo siguió insistiendo, pero el pastor le respondió de malas maneras reprochándole que él también pasaba hambre y frío. El pastor se volvió a concentrar en la talla del boj. Mientras, el mendigo seguía insistiendo en vano.
Cuenta la leyenda que instantes después de negarle auxilio al mendigo, el valle quedó impregnado de niebla. El pastor, amedrentado, se desentendió del mendigo con el fin de recoger el ganado disperso por el prado. Pero, con aquellas nieblas, se hacía completamente imposible. Todos estaban irremediablemente perdidos. Los nubarrones tornaron en una intensa lluvia, como jamás se había producido en los pirineos. Perro, pastor y ganado se perdieron definitivamente y nunca más se supo de ellos.
Los montañeses afirman que justo en donde se perdieron apareció una nueva montaña formada de piedra y hielo. Sin duda la más formidable, impresionante y peligrosa del Pirineo.Fue el castigo a aquel pastor,puesto que él dijo, cuando el pastor le negó caridad, «Te perderás por avaricioso, y allí donde te pierdas, saldrá un gran monte, inmenso, tan grande como tu falta de caridad». Es por ello que Monte Perdido esta compuesto sólo de rocas y hielo, como el corazón del pastor.
Conquista
Louis Ramond de Carbonières (1755-1827) y el Monte Perdido
A finales del siglo XVIII la montaña empezó a despertar el interés del hombre, que hasta el momento la había visto como algo infranqueable o bien se había centrado en las exploraciones marítimas y había dejado en segundo término el interior de los continentes. Ramond de Carbonières llegó a la montaña como secretario del cardenal de Rohan, en 1787, quien tuvo que exiliarse de la corte francesa por un escándalo. Se instalaron en Barèges y enseguida Ramond de Carbonières empezó a explorar y a estudiar las montañas: desde los macizos de la Maladeta y del Vignemale, pasando por las montañas de Luchon y Cauterets, hasta el macizo de Monte Perdido, bautizado así por los franceses "Mont Perdu", dado que desde Francia sólo es visible desde macizos alejados como los de Vignemale o Néouville, porque desde su base, en Gavarnie o Gédre, desaparece su visión. La región de Monte Perdido era misteriosa, además, porque se creía que albergaba un gran lago que daba vida a la cascada que desciende del circo de Gavarnie, en un salto de 400 m. al vacío.
Ramond intentó comprender y estudiar todos los fenómenos de la montaña y al mismo tiempo exploró las alturas. Si embargo, en contra de lo que se creyó en un principio, no fue el primero en ascender a Monte Perdido. Los primeros fueron Rondo y Laurens, el 6 de agosto de 1806, en una excursión teóricamente de reconocimiento a la base del Monte Perdido ordenada por el mismo Ramond de Carbonières, quienes, acompañados de un pastor aragonés que les hizo de guía desde Pineta, a través del collado de Añisclo, y desobedeciendo las instrucciones de Ramond, culminaron la cima. La ascensión de Ramond fue algunos días más tarde.
A pesar de todo, es posible que la cumbre del Monte Perdido ya hubiera sido ascendida por alguna otra persona, como Vicente Zueras - Capitán Cartógrafo del ejército español, en trabajos de delimitación fronteriza -, en 1791; o por algún pastor o vecino de Fanlo o Bielsa.
En el siglo XVIII, Louis Ramond de Carbonières dijo que si el Mont Blanc es la reina de las montañas graníticas de Europa, el Monte Perdido es la más bella de las calizas.
Soum de Ramond -3.259mts.- Desde la cima de Monte Perdido